DE MEMORIA: EL ESCORPIÓN

René Higuita se desempeñó por varios años como arquero de la Selección de Colombia, siendo parte fundamental de la generación dorada que brilló allá por la primera mitad de la década del noventa.

Con un llamativo look y una forma de jugar muy particular que tiene tantos adeptos como detractores, este jugador era capaz de combinar en un mismo partido la jugada más vistosa, la atajada más espectacular, con el error infantil jamás visto.

Así es que en una época que, como toda la selección colombiana venía muy dulce y le salían todas, se presentó a jugar un partido amistoso frente a Inglaterra en el mismísimo estadio de Wembley, que terminó empatado 0-0 por obra y gracia de este señor, que se animó a hacer esta atajada:

Algunos le dirán loco, otros irresponsable y otros genio. Lo cierto es que para hacer esta jugada nada mas ni nada menos que en Wembley y frente a Inglaterra hay que tenerse una fe ciega en las propias condiciones futbolísticas y unos huevos terribles.

Tiempo más tarde Higuita se mandaría una macana fenomenal que le costaría la eliminación del Mundial, pasaría por prisión, dejaría y volvería a la práctica activa del fútbol, intentaría ser entrenador y ahora estaría por recibir el nombramiento como embajador de Colombia en algún país...cosas que tiene el fútbol.